Las fiestas patronales de Menorca se han convertido en todo un atractivo para los visitantes de la isla. Las fiestas de Menorca son de tradición centenaria que tienen su origen en las Fiestas de San Juan, que se celebran en Ciudadela desde el siglo XIV.

El principal protagonista de las fiestas es el caballo menorquín. Los caixers (jinetes) recorren sobre sus caballos las calles del pueblo, hasta que una vez recogidos todos, se celebra el tradicional jaleo o caragols.

En el jaleo los caixers entran en la plaza del pueblo y pasan entre la multitud demostrando sus habilidades y haciendo saltar a los caballos, mostrando todo su poderío y nobleza “bailando” al ritmo de las típicas canciones de estas fiestas. 

La bebida típica de las fiestas de Menorca es la “pomada”, que es una mezcla que ginebra de Menorca con limonada. 

 

Ciutadella

Sant Joan

23 y 24 de junio

Mercadal

Sant Martí

Tercer fin de semana de julio

Fornells

Sant Antoni

Cuarto fin de semana de julio

Es Castell

Sant Jaume

24 y 25 de julio

Es Migjorn Gran

Sant Cristòfol

Quinto fin de semana de julio o en su defecto, primero de agosto

Alaior

Sant Llorenç

Segundo fin de semana de agosto

Sant Climent

Sant Climent 

Tercer fin de semana de agosto

Ferreries

Sant Bartomeu

23, 24 y 25 de agosto

Sant Lluís

Sant Lluís

Último fin de semana de agosto

Maó-Mahón

Mare de Déu de Gràcia

7, 8 y 9 de septiembre

Información útil y consejos

Respeto: La gente local vive sus fiestas con mucho sentimiento y respeto. Todas ellas tienen unos protocolos y costumbres muy arraigados. Son días muy especiales para la gente local. Los visitantes siempre son bienvenidos mientras se muestre respeto por las costumbres y tradiciones populares.

Precaución: Los caballos están muy bien adiestrados y por lo general son muy nobles. Sin embargo, siempre hay que tomar precauciones e informarse de las zonas donde hay caballos, más aún si se va con niños. 

Zapatos: Para los más atrevidos que quieran participar en el jaleo, es imprescindible llevar zapato deportivo o por lo menos cerrado.  

Caballos: Los caballos se pueden acariciar. En el jaleo nunca hay que ponerse delante del caballo y en ningún caso tocar las riendas ni molestar al caixer (jinete). 

Jaleobus: Durante las fiestas hay a su disposición un servicio especial de autobuses.